The Bucks made history, and Giannis Antetokounmpo, the son of Nigerian parents who migrated to Greece, made the American Dream his reality.
Unfortunately, that’s a dream that now hundreds of thousands of immigrant people in the United States feel is unobtainable, and it’s a dream that over 13 million undocumented people in the US know only exists in their sleep.
While Giannis was born in Greece, because of his parents’ Nigerian background, he was denied Greek citizenship while he was growing up. This prevented him from getting health care, civil service jobs, and more. So he sold watches and knick knacks on the streets of Greece, sharing only a pair of basketball shoes between his brother and himself. He was only given Greek citizenship in 2013 to allow him to travel into New York for the NBA draft.
Now he’s reached the pinnacle of his sport, and he’s an inspiration to us all.
Last year, during Milwaukee and Kenosha uprisings over the murder of George Floyd murder and the shooting of Jacob Blake, the Bucks team and Giannis took to the front lines to protest the inequalities our Black brothers and sisters are facing daily. With that keen sense of justice, Giannis has always been vocal about the inaccessibility to a dignified life he faced in Greece, a country that refused to see him as a human being.
Here in the United States, undocumented immigrants know that feeling all too well.
Five days ago, a judge in Texas deemed DACA (Deferred Action for Childhood Arrivals) unconstitutional, but DACA does not confer a legal status, per se — only Congress can establish forms of legal status under the Immigration and Nationality Act.
But the judge’s decision is gumming things up for hundreds of thousands of undocumented DACA elligble people in the United States. The most up to date information about DACA says that new applications are no longer being accepted, and only those who are in a renewal process will be approved.
According to Andrew Lim, director of quantitative research at the New American Economy, together every year DACA-mented people earn more than $23.4 billion dollars. If the program were to abruptly end and they were all deported, the United States would lose $280 billion. So on top of being immoral, that’s foolish. With renewal applications costing $425 a person, and over 703,890 people that renew every two years, that gives the United States Citizenship and Immigration Services (USCIS) a whopping $300 million.
Where does that money go? The concentration camps we see at the border? Building border security? Where is the accountability?
Here in Wisconsin, Republicans in the Legislature are displaying their hypocrisy, saluting the Bucks’ victory while stoking anti-immigrant and anti-Black sentiment. They also just passed a raft of anti-voter bills, which the Bucks organization forcefully opposed.
They ought to take a good look at themselves in the mirror.
And then they must come to terms with what it means to truly embrace a Black Greek-Nigerian immigrant, who just won us a championship.
Versión en Español
Los Bucks hicieron historia y Giannis Antetokounmpo, hijo de padres nigerianos que emigraron a Grecia, hizo del Sueño Americano su realidad.
Desafortunadamente, ese es un sueño que ahora cientos de miles de inmigrantes en los Estados Unidos sienten que es inalcanzable, y es un sueño que más de 13 millones de indocumentados en los Estados Unidos saben que solo existe mientras duermen.
Aunque Giannis nació en Grecia, debido a los antecedentes nigerianos de sus padres, se le negó la ciudadanía griega mientras crecía. Esto le impidió obtener atención médica, trabajos en la administración pública y más. Así que vendió relojes y chucherías en las calles de Grecia, compartiendo solo un par de zapatillas de baloncesto entre su hermano y él. Solo recibió la ciudadanía griega en 2013 para permitirle viajar a Nueva York para el draft de la NBA.
Ahora ha alcanzado la cima de su deporte y es una inspiración para todos nosotros.
El año pasado, durante los levantamientos de Milwaukee y Kenosha por el asesinato de George Floyd y el tiroteo de Jacob Blake, el equipo de los Bucks y Giannis salieron al frente para protestar por las desigualdades que nuestros hermanos y hermanas negros enfrentan a diario. Con ese agudo sentido de la justicia, Giannis siempre ha hablado de la inaccesibilidad a una vida digna que enfrentó en Grecia, un país que se negó a verlo como un ser humano.
Aquí en los Estados Unidos, los inmigrantes indocumentados conocen muy bien ese sentimiento.
Hace cinco días, un juez de Texas consideró DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) inconstitucional, pero DACA no confiere un estatus legal, per se — solo el Congreso puede establecer formas de estatus legal bajo la Ley de Inmigración y Nacionalidad.
Pero la decisión del juez está complicando las cosas para cientos de miles de personas indocumentadas elegibles para DACA en los Estados Unidos. La información más actualizada sobre DACA dice que ya no se aceptan nuevas solicitudes y sólo se aprobarán aquellas que se encuentren en proceso de renovación.
Según Andrew Lim, director de investigación cuantitativa de la Nueva Economía Estadounidense, juntas, cada año, las personas que reciben ayuda de DACA ganan más de $23,4 mil millones de dólares. Si el programa terminara abruptamente y todos fueran deportados, Estados Unidos perdería $280 mil millones. Entonces, además de ser inmoral, eso es una tontería. Con solicitudes de renovación que cuestan $425 por persona, y más de 703,890 personas que renuevan cada dos años, eso le da a los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) la friolera de $300 millones.
¿A dónde va el dinero? ¿Los campos de concentración que vemos en la frontera? ¿Construyendo seguridad fronteriza? ¿Dónde está la rendición de cuentas?
Aquí en Wisconsin, los republicanos en la Legislatura están mostrando su hipocresía, saludando la victoria de los Bucks mientras avivan el sentimiento antiinmigrante y anti-negro. También acaban de aprobar una serie de proyectos de ley contra los votantes, a los que la organización Bucks se opuso enérgicamente.
Deberían mirarse bien en el espejo.
Y luego deben aceptar lo que significa abrazar verdaderamente a un inmigrante negro griego-nigeriano, que acaba de ganarnos un campeonato.
Iuscely Flores
Originally published as Giannis Triumphed, Immigrants Attacked